Guerrilleros libertarios en Cantabria

Fidel Manrique Garrido
PERIÓDICO CNT

La historia del movimiento libertario español es tan larga y tan rica, y sus organizaciones fueron siempre tan combativas, que ha militado en él toda una pléyade de luchadores,
de héroes anónimos, de hombres y mujeres que lo dieron todo - en muchos casos hasta la propia vida- en aras de la justicia social y de la libertad para todos.

Sin embargo, una serie de factores han posibilitado que el ejemplo de tantísimos compañeros sea desconocido no sólo para la mayoría de los trabajadores, sino también para gran parte de los actuales militantes de la CNT o del anarquismo.

Si nos ceñimos, en concreto, a los años inmediatamente posteriores al final oficial de la guerra civil, la feroz represión y la ocultación de la verdadera historia por parte de los vencedores, han contribuido poderosamente, ¡qué duda cabe!, a que los jóvenes de hoy desconozcan casi totalmente (o sin casi) tanto la gran obra realizada por los anarcosindicalistas y los anarquistas en el periodo 1933-l939, como la lucha clandestina en la postguerra. Si a ello le añadimos que las propias víctimas de la represión o sus allegados se han preocupado, en no pocas ocasiones, de que sus descendientes ignoraran el pasado (con la intención de protegerles y de que no sufrieran física y moralmente lo que ellos sufrieron), es perfectamente entendible que unos hechos tan trágicos por una parte y tan importantes por otra hayan caído tan rápidamente en el olvido, y que sea más fácil que esos jóvenes conozcan las "hazañas" del Cid Campeador o los hechos de la llamada Guerra de la Independencia que los acontecimientos - mucho más importantes, desde luego, para los trabajadores- en los que intervinieron los compañeros que nos precedieron.

Menos mal que en los últimos tiempos se observa una tendencia a la recuperación de la memoria histórica, y dentro de esa corriente podemos encuadrar la reedición de la obra "El Cariñoso. Los emboscados del Miera", original de Isidro Cicero (*) y que en la primera edición, de 1978, llevaba por titulo "Los torvos y fieros motivos de El Cariñoso" en alusión al poema de Rubén Darío "Los motivos del lobo".

En el caso concreto de Cantabria, los avatares de la Confederación en esta región han tenido como consecuencia lógica el que la mayoría de los actuales militantes, afiliados o simpatizantes de la CNT desconozcan que existiera "El Cariñoso" y, por lo tanto, que militara en la organización confederal y resistiera en el monte durante años a los elementos reaccionarios.

La CNT nunca tuvo en Cantabria tanta fuerza como en otras regiones, pero no por ello careció de militantes destacados, como Jenaro De La Colina o Urano Macho, y menos aún de militantes combativos; basta con decir que contando con unos pocos miles de afiliados en la entonces provincia de Santander, se constituyeron dos batallones libertarios cántabros de 600 hombres cada uno. En uno de ellos, el "Libertad", combatió José Lavín Cobo, más conocido como Pin "El Cariñoso". El responsable del batallón fue Cecilio Galdos, trabajador de CAMPSA hasta el inicio de la guerra y destacado militante de la Federación Local de Santander de la C.N.T.

Tras la caída de Santander en manos de los fascistas - que se debió, en parte, a la rendición en Santoña de los "gudaris" del PNV - los combatientes se retiraron hacia Asturias y los anarcosindicalistas del batallón "Libertad" lucharon heroicamente en los Picos de Europa junto a los asturianos, combatiendo hasta los de intendencia y reverdeciendo los viejos laureles de la lucha por su libertad de los cántabros y astures contra las legiones del Imperio Romano. En esta ocasión, careciendo de aviones, fueron capaces de derribar varios aparatos de la alemana "Legión Cóndor", tristemente célebre por el bombardeo que arrasó Guernica. A pesar de su heroísmo, fueron aplastados y muchos de los supervivientes retrocedieron hacia Cantabria, ya en manos de los fascistas, evidentemente.

De entre ellos, algunos intentaban llegar a Francia, aunque, capturados, fueron ejecutados sumariamente o dieron con sus huesos en la cárcel por unos cuantos años, y otros -como "El Cariñoso"- regresaron a su casa y siguieron trabajando, como habían hecho toda su vida. Precisamente, "El Cariñoso" estaba trabajando en la panadería de su tío Pepe Vian en San Roque De Riomiera, cuando vino a buscarle la Guardia Civil para llevarle detenido a la sede de Falange en la localidad de Liérganes, distante 17 Km.. En Liérganes no había habido ninguna ejecución de fascistas durante el período republicano, pero no por eso - al igual que en muchos otros lugares de España - la represión fue menos cruel, y "El Cariñoso", teniendo conocimiento de que iba a ser asesinado por su militancia cenetista, logró fugarse del local de Falange, reduciendo al guardia municipal del pueblo, al que desarmó, y "se echó al monte", según la clásica expresión cántabra para referirse a todo aquel que a lo largo de los siglos ha buscado en las montañas el refugio seguro donde salvaguardar su libertad. O sea, pasó a ser un huido, un emboscado o un guerrillero para el pueblo y un forajido, un malhechor, un bandido o un asesino para las autoridades fascistas.

Junto con otros como él, que habían sido siempre obreros, pero jamás esclavos - y se negaban a serlo - formó una partida relativamente numerosa, en la que estaba su hermano Belisario, así como Rafael Hazas Arce "El Ferroviario", ( que había sido activo militante cenetista en Madrid, Bilbao y Santander ) y su hermano Nemesio; los hermanos Agudo ( Ramiro y Terio ) y así hasta más de veinte militante de la CNT cántabra.

A pesar del numeroso grupo de compañeros, la gente hablaba casi exclusivamente de "El Cariñoso", llegando a convertirse en un personaje mítico, a caballo entre la realidad y la leyenda, a lo que contribuyó enormemente su carácter, pues era un hombre de una valentía rayana en la temeridad, a la que unía una gran habilidad para el disfraz, lo que hacía posible que mientras la Guardia Civil y los falangistas le buscaban por los montes, el pudiera estar tomando café en el Paseo de Pereda, la calle principal de Santander, tal vez disfrazado de cura, militar o marinero, pues todos esos disfraces, y muchos más, utilizaba; o que, en un momento en el que el Gobernador Civil de Santander estaba verdaderamente obsesionado con él y se le buscaba afanosamente, él pudiera estar oculto en la zona de El Sardinero, saliendo a pasear tranquilamente.

De hecho, si le consiguieron abatir a tiros en el portal del número 44 de la santanderina calle de Santa Lucía, fue debido a la traición de Escalante, un enlace de la guerrilla, que le delató; aun así, se defendió como un león y antes de morir hirió gravemente a un sargento y a un número de la Guardia Civil.

Algún tiempo después de la muerte de "El Cariñoso", los supervivientes del grupo, reforzados con otros que "se echaron al monte", constituyeron la "Brigada Malumbres", que se integró en la Agrupación Guerrillera del Norte, formada por los grupos que actuaban tanto en el límite con Vizcaya como en los Picos de Europa o en la comarca de Campoó; la actividad de estos últimos se extendía hasta el norte de las provincias de Burgos y Palencia.

Por cierto que si la guerrilla libertaria de "El Cariñoso" - que operó en Miera y en la zona pasiega - es poco conocida, mucho más raro es aún encontrar quien sepa de la existencia de guerrilleros libertarios en Campoó, al sur de Cantabria; y, sin embargo, también allí se desplegó bastante actividad, existiendo un grupo encabezado por Juan Gil del Amo, llamado "El Hijo del Practicante de Los Carabeos", que contaba con unos veinte miembros, casi todos militantes de la CNT. Tras morir en enfrentamientos con guardias civiles y falangistas, o ser apresados, muchos de sus componentes, esta guerrilla desapareció en 1.944, y los últimos supervivientes o escaparon a Francia o se integraron en la partida guerrillera dirigida por el comunista Martín Santos Marcos "El Gitano". ¿ Quién sabe hoy todo esto ? ¿ Quién sabe que en los pueblos de Campoó la represión fue salvaje, llegando a ser aniquilada por los fascistas prácticamente toda la población masculina en algunos de ellos, por su afiliación a la Confederación Nacional Del Trabajo?…

Bienvenida sea la tercera edición de la obra "El Cariñoso. Los Emboscados del Miera", pues estaba agotada desde hacía diecisiete años, lo que había impedido que muchas personas jóvenes hayan podido leerla. Y a ver si alguien con ánimos, tiempo y conocimientos rescata la historia de la guerrilla libertaria de Campoó y la de tantos hombres y mujeres que cayeron defendiendo la causa de la Libertad.

( * ) El Cariñoso. Los emboscados del Miera, Isidro Cicero, Ediciones Tantín, Santander, 2001.

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