LEVANTE-EMV 01/07/2009
La historia de "los ocho de Benagéber" arranca en enero de 1947 con los sucesos de Losa del Obispo, donde la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón (AGLA) intentó asesinar al gobernador civil de Valencia.
El intento fracasó y, poco después, los guerrilleros mataron a un guardia civil en la carretera de Madrid, a la altura del barranco Rubio del Rebollar. En el tiroteo participó el guerrillero Antonio Gan, que resultó herido y que fue acompañado por el también guerrillero Manuel Torres a Casa Paquita, un punto de apoyo del maquis en la aldea de Nieva (Benagéber). Sin embargo, un vecino los delató a la Guardia Civil, que 24 horas después (25 de marzo de 1947) irrumpía en la casa y mataba a los dos guerrilleros. También se llevó al hombre de la casa, Santiago Martínez .Ello precipitó al día siguiente una redada en la colonia de trabajadores que construían un embalse cercano y que colaboraba con el maquis. Cinco de los más de 30 detenidos allí fueron asesinados tras ser usados por la Guardia Civil como escudos humanos en el asalto al campamento guerrillero de Valdesierra, el 26 de marzo. Se trataba de Santiago Martínez, Clemente Alcorisa, José Martínez y Juan Luján, Salvador Garrido. Otro maquis, Daniel Cortés, murió en el enfrentamiento en el campamento guerrillero.
Los restos de esas ocho personas (tres guerrilleros y cinco trabajadores del pantano) son los que yacen en la fosa de Benagéber que va a ser abierta.
De todo ello se habló el sábado en Benageber durante la Jornada sobre la Guerrilla.
De los ocho de Benagéber se ha logrado contactar con familiares de cinco de ellos. Los hijos de Clemente Alcorisa, Salvador Garrido y Santiago Martínez, tres de los enterrados en la fosa común, pretenden recuperar los restos de sus padres para que sean depositados en compañía de sus esposas. Los sobrinos de Daniel Cortés quieren que se identifiquen los restos de su tío y que sigan enterrados en el fosar.La firma de la resolución de alcaldía da luz verde institucional a la exhumación. Ahora, los familiares -constituidos en asociación- esperan a que el Ministerio de Presidencia les comunique la concesión definitiva de la subvención de 58.359 euros que han solicitado para los trabajos de exhumación. De momento tienen la concesión provisional de la ayuda. Y la definitiva "va por buen camino", según detalló ayer Matías Alonso, coordinador del Grupo para la Recuperación de la Memoria Histórica, que junto a La Gavilla Verde presta apoyo a los familiares. El alcalde de Benagéber, pionero en tomar una decisión de este calibre en la Comunitat Valenciana, defendió la medida: "Es de justicia porque supone una reparación moral para los familiares. Y a mí nadie me tiene que decir lo que esto significa, porque a mi abuelo lo fusilaron en Paterna el 9 de mayo de 1940", añadió el socialista Rafael Darijo. Si nadie presenta recurso de alegación en el plazo de un mes, la resolución será firme.Primer respaldo institucionalEl coordinador del Grupo para la Recuperación de la Memoria Histórica valoró el hecho como "memorable para las cuatro familias afectadas, porque serán las primeras de la Comunitat Valenciana en cerrar su herida". Matías Alonso subrayó la trascendencia de la resolución de alcaldía de Benagéber porque "es la primera vez en 60 años que los familiares de fusilados reciben de las autoridades políticas otra cosa que no sea desprecio", según Alonso.Como ya adelantó Levante-EMV en marzo, la exhumación correrá a cargo del grupo Paleolab, el único equipo de la Comunitat Valenciana especializado en fosas de la Guerra Civil y el franquismo. Los trabajos se prolongarán durante un año, en el que la fosa estará vigilada las 24 horas del día para evitar vandalismos.
La historia de "los ocho de Benagéber", ante su último capítulo.
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