Las Fuerzas Partisanas Soviéticas eran distintas a las demás composiciones guerrilleras de la época. Así como todas las guerrillas, tanto europeas como orientales, véase por ejemplo el Movimiento Huk en Filipinas, de base campesina e inspiración socialista, basaban sus actividades en pequeñas escaramuzas de hostigamiento a la retaguardia del ejército invasor, la Fuerza Partisana Soviética, aunque de carácter irregular y también compuesta por ex militares y paisanos, desarrollaba una guerra de guerrillas más convencional.
La diferencia radica, ante todo, en el organigrama del combate armado de cada nación. De este modo, y a diferencia de lo ocurrido en el resto de Europa y del mundo durante la guerra, la Union Soviética contemplaba la Guerra Irregular como un componente orgánico y básico del combate armado, no como un componente separado de las operaciones convencionales.
Pero existen más diferencias radicales con respecto al resto de movimientos guerrilleros durante la Segunda Guerra Mundial. Así, por ejemplo, es de obligado cumplimiento citar que un firme control político era esencial para el uso soviético de las Fuerzas Partisanas. Su sistema político no toleraría jamás la existencia de una entidad políticamente viable y armada sin su subyugación al Partido Comunista de la URSS.
Y como última diferencia radical con otros movimientos partisanos, debemos añadir la coordinación de las fuerzas regulares y Partisanas por el Estado. Las Fuerzas Partisanas jugaron un papel fundamental como complemento para las fuerzas regulares; Los partisanos atacan vulnerabilidades y puntos críticos en perfecta coordinación con unidades convencionales para atacar el centro de gravedad enemigo. O lo que es lo mismo, en lugar de basar sus actividades en escaramuzas y actividades de comando en la retaguardia del enemigo, las fuerzas partisanas perseguían y atacaban, como punta de lanza o como soporte al ataque de los regulares las grandes masas y concentraciones de tropas enemigas, generalmente el grueso de los ejércitos enemigos.
El origen de este pensamiento y esta concepción de la guerra irregular en la URSS es obra pura de la expeiencia revolucionaria adquirida en las revoluciones de 1905 y 1917. De estas experiencias, Lenin elabora todo un compendio sobre guerrilla partisana y sus estrategias en la victoria revolucionaria. Ese compendio y estudio leninista es la base del control del Partido Comunista (el partido de la revolución) sobre las fuerzas Partisanas en la URSS.
Pero existe un origen aún anterior al de la Revolución Soviética. Ya en 1812, el Oficial del Estado Mayor del Ejército Ruso, Davidov, fue un pionero en el envío de Unidades Guerrilleras tras las líneas francesas, y eso a pesar de la opinión al respecto del Comandante de las Fuerzas Rusas,Kutuzov, que temía armar a campesinos, creyendo que tratarían posteriormente de liberarse de su servidumbre por la fuerza de las armas. Así, Davidov dejó escrito:
Que la guerra partisana ni pretende asestar alfilerazos al enemigo, tales como secuestrar a un centinela aislado, ni lograr una victoria decisiva mediante un ataque frontal sobre su fuerza principal. Este tipo de guerra "concierne a toda el área que separa al enemigo de su base operativa", y sus objetivos son "cortar las líneas de comunicaciones, destruir todas las unidades y vagones que quieren unirse a él, asestar golpes sorpresa al enemigo dejándole sin comida y municiones y al mismo tiempo bloquear su retirada. Éste es el real de la guerra partisana".
Como podemos apreciar, es ya muy temprano el uso de guerrillas partisanas en la retaguardia enemiga, guerra nada convencional que estrenaron los españoles en la guerra de la Independencia contra las fuerzas Napoleónicas en España en el sigo XIX.
No obstante, el origen de todos los estudios, desarrollos y organizaciones partisanas en a URSS debemos atribuírselo a los bolcheviques, y antes que a ellos al autor Clausewitz, en su obra "De la Guerra". De esos textos obtuvieron los bolcheviques todo el conocimiento relativo a los partisanos y sus usos militares, dándoles esos nuevos cometidos y esa nueva organización que tan buen resultado proporcionó durante la II Guerra Mundial, y antes, durante la Guerra Civil.
Podemos afirmar que, en contra de las apreciaciones pseudohistóricas que prescinden del esfuerzo partisano negando su influencia en el frentre del este, relegando el valor de las actividades guerrilleras a las guerrillas occidentales únicamente, que hubiese sido imposible y hubiese fracasado la contraofensiva Sovieticas en caso de carecer de esta organización. Y así mismo que la URSS hubiese sucumbido por completo ante las fuerzas del eje de no existir la resistencia partisana en pueblos y ciudades, así como por sus constantes incursiones en la retaguardia.
El Oficial Alemán Hermann Balck, escribió al respecto de las Fuerzas Partisanas Soviéticas:
Pudieran haberse alcanzado mejores y más lejanos objetivos militares para el Reich de no ser por la tenaz resistencia partisana que nos obliga a defender las posiciones recién tomadas ante ataques virulentos y feroces, que podría dudarse fueran llevados a cabo por paisanos, obreros y campesinos soviéticos.
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