Ejercicio de buena memoria. Ramon Vila Capdevila, "Caracremada" "Passos llargs", "Maroto" Ramon Vila Capdevila, "Caracremada" "Pasos largos", "Maroto"

Antonio Mora Vergés
28/09/2008

Hacíamos con Joan Escoda i Prats, una salida para combatir este alzheimer agudo que se ha instalado en nuestra sociedad, y cuál manifestación más horrible es el olvido permanente de aquellos héroes que con su vida, han hecho posible la existencia de este espejismo de paz y libertad que vivimos ahora.

Nuestro destino: la Cruz del Perelló, situado entre los términos municipales de Castellnou del Bages y Balsareny, justo enfrente de la montaña de Montserrat. Sin duda esta imagen acompañaría las largas horas de agonía de Ramón Vila Capdevila, la madrugada del 7 de agosto de 1963. Cuando el periplo vital de este catalán excepcional, reproduzco íntegramente un artículo publicado en ocasión de la Marcha de homenaje a los maquis:

Ramón Vila Capdevila, también conocido como "Pasos Largos", "Caracremada" y por "Capitán Raymond" en la resistencia francesa, fue uno de los guerrilleros más destacados del maquis catalán.

De un valor y coraje personal extraordinario nunca toleró el fascismo, que combatió hasta la muerte.

El otro jefe guerrillero del Berguedà, Marcelino Massana, decía de él: "En Ramón fue, sin duda, el mejor de todos nosotros".

De cuerpo ancho, y de fisonomía enérgica, ojos vivos, frente ancha con un aire entre selvático y tímido. Era senzill i modest, amb una gran agilitat. Era sencillo y modesto, con una gran agilidad.

De pequeño le decían "En Maroto" que era el nombre de la masía donde vivía. A A los 12 años, en agosto de 1920 estaba con su madre, Dolores, recogiendo legumbres, en un día muy nuboso. Empezó a llover y de repente, un rayo seguido de un gran trueno les cayó encima, Dolores murió y su hijo, Ramón, le quedó la cara quemada. Dos años más tarde, cuando tenía 14, se marchó a trabajar a una fábrica textil de la Pobla de Lillet.

En aquellos años, los años veinte, muchos industriales barceloneses, o de otras zonas industriales, con la condición de aumentar sus ganancias, trasladaban las industrias sobre todo las textiles, hacia la zona alta del Llobregat, pagando un sueldo de miseria, ejerciendo una explotación y un caudillismo humillantes. Para poder sobrevivir, niños y niñas de nueve a catorce años, tenían que trabajar durante 10 o 12 horas diarias. Así, en este ambiente de injusticia social, que sufría, día a día, Ramón Vila, debido a su carácter y temperamento rebelde, participó desde muy joven en las luchas obreras de la Cuenca minera del Berguedà.

En la Pobla de Lillet donde trabajaba 11 horas diarias, llevó a cabo su primer sabotaje, el invierno del 29 al 30, contra un empresario que acababa de renovar su maquinaria y dejó sin trabajo a un centenar de compañeros suyos. Así, un sábado por la noche, colocó explosivos en la nueva maquinaria, pero una carga explotó antes de tiempo, hiriendo la cara y las manos. Como consecuencia de este atentado fue detenido y encarcelado en Manresa. No obtuvo la libertad hasta el 14 de abril del 31, es decir, hasta la proclamación de la república.

En el mismo mes de abril vuelve a la Pobla de Lillet, pero no encuentra trabajo, y se va a trabajar en las minas de carbón de Fígols, donde enseguida destaca como líder entre los mineros cenetistas. Todos los domingos bajaba de Figols a Berga, andando, para ver a su hermana pequeña, que vivía con unos tíos ya quien quería mucho. Ramón, después de ver su hermana, se volvía a Fígols al atardecer.

Ramón participó en el levantamiento del Alt Llobregat del 32. Va estar empresonat durant sis mesos, primer a Manresa i després a Barcelona. Estuvo encarcelado durante seis meses, primero en Manresa y después en Barcelona.

El verano del 32, a la salida de la cárcel, se fue a hacer de leñador y de campo, volviendo a Fígols en febrero del 36 a trabajar de nuevo a las minas.

se mismo año, baja en Barcelona en una muestra de solidaridad con los huelguistas del tranvía, interviene activamente en la huelga, que querían abortar las guerrillas de Estado Catalán. Fue detenido y encarcelado en la Modelo de Barcelona, para ser destinado, después del juicio en la cárcel de San Miguel de los Reyes en Valencia.

Fue liberado por los trabajadores, el 19 de julio del 36, al inicio de la guerra. Se alistó en la Columna de Hierro, valenciana, y pasó a luchar en el frente de Teruel, hasta marzo del 37, que fueron militarizadas todas las columnas. Entonces, vuelve a Fígols a trabajar de minero, y participó en la colectivització.

En 1937, cuando llaman su quinta del 28, se fue con su amigo Ramón Casals i Casafont, en la 153 Brigada Columna Tierra y Libertad.

El 39 se exilió en Francia, donde fue internado en el campo de concentración de Saint Cyprien. En 1940 fue trasladado al campo de Argelés, de donde escapó al poco tiempo de llegar.

Junto con otros libertarios, pasó a organizar la resistencia libertaria en Catalunya, con la creación de grupos volantes, que actuaban al'un y otro lado de los Pirineos.

Fue detenido el 43, los alemanes, en Perpiñán, por no llevar documentación suficiente, estuvo preso durante dos meses en Castellet.  Tuvo que trabajar con los alemanes, a la organización TODT, en una mina de aluminio a Bédarieux cerca de Nimes, hasta que en 1944, consiguió escapar y se reintegró a la resistencia francesa de Lemoges, después ingresó en el conocido maquis de Rochechouart, al'Haute Vienne, donde se le conoció por "Capitán Raymond". Luchó primero, con "L'Armée Secrète", y luego con los "Franco-Tireurs-Partisanos".

En el maquis francés, actuó en todos los combates de lucha abierta, pero se negó sistemáticamente a tomar parte en operaciones de limpieza y escarmiento. Así, no permitió nunca que se fusilara a ningún hombre. El Capitán Raymond decía: "Ni durante la revolución en Cataluña, ni en la resistencia en Francia, nunca quise intervenir en ejecuciones ni en nada parecido. Un enemigo vencido ya no es un enemigo, y matar hombres indefensos no es propio de los hombres ".

Su especialidad eran los sabotajes, hizo saltar un gran número de trenes blindados alemanes, especialmente uno de la SS, cargado con tanques y material bélico pesado, que se dirigía a Normandia cuando ya había tenido lugar el desembarco de los aliados. Como represalia, algunos destacamentos motorizados alemanes de la 2 ª Panzer división llegaron al pueblo de Orador sur Glaine y quemaron vivos a los 1500 habitantes del pueblo. Como respuesta a esta acción contra la población civil, el "Capitán Raymond" y los 200 guerrilleros de "L'Armée Secrète" asaltaron y aniquilaron toda una división alemana en Oradour sur Veze.

Ramón Vila imprimió en su grupo, su experiencia y la eficacia guerrillera, convirtiéndose en uno de los grupos más legendarios de la Haute Vienne. Encara avui, és viva, en la memòria popular d'aquesta regió francesa, la història del maquis del "Capità Raymond". Todavía hoy, está viva, en la memoria popular de esta región francesa, la historia del maquis del "Capitán Raymond".

Su dedicación y su valor fueron reconocidos por las autoridades francesas, que le concedieron el máximo galardón, el de la legión de Honor que, naturalmente, rechazó.

Después de ser aniquilado el último reducto nazi en Francia, se dirigió hacia el sur, no muy lejos del Pirineo, pasando una temporada en el "Mas d'Azil", con su amigo de Berga, Ramón Casals.  Los dos se ganaban la vida haciendo macarrones y fideos con una maquinilla. Más tarde encontrará trabajo en una línea telefónica.

Vuelve a Cataluña, para continuar su lucha contra el franquismo.  Hacía de guía de la CNT, con el nombre de Ramón Llauger, atravesando en múltiples ocasiones el Pirineo, tanto para transportar cargamentos de armas para los grupos de acción, como para trasladar activistas al otro lado del Pirineo.

Colabora con diversos grupos de guerrilleros, como los de Faces, Massana y Quico Sabater.

Ramón Vila creía que el sabotaje contra las torres de alta tensión e instalaciones de suministro eléctrico, era la única manera de acabar con el régimen franquista, la única opción a su alcance para hundir la economía del estado .

En mayo del 47, a raíz de una visita de Franco en las minas de Sallent, el día 17, dirigió un grupo de 50 guerrilleros, que tenían que atentar contra el Dictador, pero debido a un accidente tuvieron que hacer marcha atrás .

El 48 y 49 "Caracremada" dinamita dos veces las conducciones eléctricas de los carburos de Berga y también las líneas de alta tensión entre Prats de Lluçanès y Berga.

En 1953, la CNT en el exilio desautorizó la lucha armada, pero "Caracremada" mantuvo el combate por su cuenta, que él había empezado en 1930 en el Alt Llobregat. Fue inútil la conversación que mantuvo el año 59, en Prada de Conflent con Marcelino Massana, que quería convencer para que dejara la lucha armada. Faltó muy poco, para que Massana que ya había dejado las armas el año 50, las volviera a tomar para irse con Ramón.

Hasta 1963, realizó diversas incursiones en Catalunya, principalmente en las comarcas del Bages y el Berguedà. Desde el Canigó, entraba en Catalunya por la Molina, la Collada de Toses, Vall-Ter o Setcases. Ramón Vila contaba con la ayuda de numerosas masías donde podía dormir y comer, sobre todo en la zona de Prats de Lluçanès, donde entonces todavía había militantes campesinos clandestinos. Las incursiones las solía hacer de la primavera hasta el verano, a veces solo y otras acompañado de un grupo o con otro guerrillero. Quien también le acompañó muchas veces fue otro guía de montaña llamado Jesús Martínez Maluenda "El maño" que aún hoy, desde su exilio de Toulouse nos acerca a la figura difuminada de Ramón Vila Capdevila.

Paradójicamente, Ramón fue uno de los guerrilleros que más actuó, y de quien menos acciones se conocen, debido a su modestia y su carácter introvertido y personalista, ya que todos sus compañeros de lucha murieron en combate o fusilados .

La última acción de Ramón Vila "Caracremada" fue a finales de julio de 1963. Atravesaba el Pirineo cerca de Solsona, Serra del Pinós y seguía por el Cardener, hasta llegar a Palà. Después fue hasta Camps y Fals, y siguió hasta Sant Joan de Vilatorrada, en los alrededores de Coll-Baix. Iba por la Font de la Rel y el margen del arroyo de Rajadell. Seguía la vía férrea, hasta llegar al desnivel de Can Prim. Allí se detuvo. Su objetivo (una vez más) eran las torres de conducción de líneas de alta tensión que suministraban energía eléctrica en Barcelona.

El 2 de agosto hacia las once de la noche colocó las cargas en las torretas. La explosión se produjo a primeras horas de la madrugada.  retomó el camino de vuelta, Pero de las tres explosiones, sólo en escuchó dos, y en contra de su acostumbrada prudencia, volvió hacia atrás para comprobar la explosión de la tercera carga. Va arribar i va comprovar que les tres torres havien caigut. Llegó y comprobó que las tres torres habían caído.

Cuando todavía era de noche (día 3) volvió hacia la zona de Calders. Atravesando el río Cardener, se internó por el bosque que se extiende entre Sallent y Balsareny.

La noche del 6 al 7 de agosto cruzó el río Llobregat en dirección hacia Calders. El día 7 de agosto a las 12'30 noche en un enfrentamiento con la guardia civil en el que no tuvo ni tiempo de disparar, caía mortalmente herido. El último guerrillero catalán fue asesinado en el paisaje de la Cruz del Perelló, situado entre los términos municipales de Castellnou del Bages y Balsareny. Su agonía duró hasta las siete de la mañana. Murió con la espalda acomodada en su mochila. En las manos aún tenía una metralleta. Estuvo agonizando toda la noche, ya que la Guardia civil de la 231 comandancia de Manresa, compuesta por unos 200 guardias, no se atrevieron a acercarse.

Inmediatamente, corrió la noticia por las comarcas del Bages y el Berguedà, como un relámpago: "En Maroto está muerto!  Lo han matado los jilgueros".

Fue enterrado, al otro lado del muro del cementerio de Castellnou de Bages, sin cruz ni referencia, olvidado entre el follaje.

El 7 de octubre del 78, en Sallent, la CNT le hizo un homenaje, acudieron más de 2000 personas la mitad de las cuales provenían de la comarca. Pero el acto fue prohibido por el gobernador civil, y el pueblo fue ocupado por la guardia civil, el cementerio donde está enterrado también. Tras 15 años de su muerte, aún no le perdonaban su vida revolucionaria. En 1978, volvía a ser un "malhechor", "facinerosa", "peligroso criminal" y "bandido a sueldo de los enemigos de España exiliados en el extranjero", según el estilo noticial del periodista Enrique Rubio.

Con la muerte de Ramón Vila Capdevila, llegó el final histórico del maquis antifranquista en Cataluña. Ramon Vila reposar hasta hace cinco años sin una señal que indicara que allí dormía un héroe de la resistencia francesa contra el nazismo, un luchador antifranquista.

En 2000, fue enterrado dignamente, una placa de cristal recuerda a los excursionistas y viajeros que allí reposa el último guerrillero antifranquista.

Entre els arbres el vent xiula: Entre los árboles el viento silba:

En Maroto és mort; En Maroto está muerto;

l'han matat les caderneres. lo han matado los jilgueros.

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