Juanín quebranta su libertad condicional y se echa al monte huyendo de las amenazas y castigos corporales a los que es sometido por la Guardia Civil. Al igual que “Gildo”, se une al grupo de Ceferino Roiz , “Machado”.
Pocos días después el magistrado don Eduardo Sánchez Cueto pronuncia su célebre frase ante un oficial de la Guardia Civil: “Nosotros le hemos soltado, pero han sido ustedes quienes se han encargado de echarlo al monte”.
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